La espera de un nuevo álbum de los estadounidenses llegará a su fin este año, con un trabajo que tendrá referencias sobre la compleja contingencia mundial. Amy Lee, la icónica vocalista de la banda –uno de los mayores fenómenos de la primera mitad de los 2000–, nos cuenta más sobre este momento, mirando pasado presente y futuro. 

Con su álbum debut “Fallen” (2003), Evanescence se convirtió rápidamente en una de los nombres más populares del rock del nuevo milenio, con millones de ventas, premios de la talla de los Grammy, la popularidad de los singles ‘My immortal’ y ‘Bring me to life’ y el reconocible y tan admirado estilo de la vocalista Amy Lee. Con el paso de los años, si bien no han vuelto a tener aquellas desbordantes cifras, han seguido en actividad (aunque con dos recesos, en 2009 y 2012) y con cada álbum, sigue existiendo una alta expectativa por parte de una fanaticada que todavía está ahí. A finales de este 2020, verá la luz “The Bitter Truth”, su nuevo LP y continuación de “Synthesis” (2017), pero el primero compuesto únicamente de material original desde el trabajo homónimo de 2011. Sobre este nuevo trabajo nos cuenta la misma Amy Lee muy relajada desde su hogar. 

¿Por qué esa espera tan larga por nuevo material?

He estado disfrutando el hacer música de distintas formas y también centrándome en distintos aspectos de mi vida. Me convertí en mamá en ese entonces, eso fue genial, cambió mi manera de pensar y abrió mis ojos, me dio nuevas perspectivas, y también... no sé, necesitaba refrescarme de varias formas. Hice música para una película y un álbum para niños, obviamente inspirada en mi hijo. Eso me hizo trabajar con mi familia, que fue una experiencia especial y única. No me gusta tener que hacer un álbum de Evanescence solo porque tengo que hacerlo, tiene que salir de mí para hacerlo, tienen que estar las ganas, tienes que sentir que haya una razón que te motive. Definitivamente tenemos todo aquello ahora, ha sido bueno poder hacerlo durante este año, incluso con lo difícil que ha sido todo. No tenemos el control de las cosas, y eso hace que todo sea incierto, pero al menos hemos podido hacer nuestra música, hemos podido tomar nuestros sentimientos y plasmarlos en las canciones. Hemos hecho algo que me encanta, que me ha dado energía de una forma hermosa, así que estoy feliz de que haya salido como salió, de la manera que queríamos desde principios de este año, estoy muy confiada de esto.

Tengo entendido que “The Bitter Truth” todavía está siendo grabado. ¿Cómo ha sido el proceso?

Es diferente, no sé cómo resumirlo todo en verdad. Hemos tenido que fluir con cómo están las cosas, con lo que pasa alrededor nuestro y trabajando cada vez que hemos podido. Nos hemos juntado en diferentes lugares con las canciones una vez que las teníamos escritas. Las grabamos, hicimos otras nuevas, pudimos juntar a los miembros estadounidenses de la banda hace un mes y medio e hicimos cuarentena juntos. Grabamos mucha música, pero en un principio, habíamos empezado a grabar en febrero, como un mes antes de que la pandemia se desatara, por lo que tuvimos suerte ya que teníamos música para lanzar y compartir con los fans durante todo este tiempo. Ha sido diferente, sigo escribiendo, me quedan las letras de un par de canciones y siempre es lo que me toma más tiempo, porque tengo que esperar hasta saber qué es lo que quieres decir y encontrar la manera de expresarlo. He estado escribiendo letras muy intensamente durante estas semanas y luego volveré intermitentemente al estudio con Nick para hacer otras cosas, como grabar algunos overdubs de guitarras. Será divertido. 

La amarga verdad

Tras tanto tiempo de actividad, así como también de sus últimos mayores lanzamientos, Amy sabe que aquellos adolescentes que tanto vibraron con sus composiciones ya no son los mismos, ni que tampoco viven en ese mundo tan distinto al de ahora. Por lo mismo, no solo el sonido tendrá un enfoque algo distinto al pasado, sino que también su contenido, cosa que incluso se reflejó en el videoclip de ‘Use my voice’, en donde buscaron llamar a manifestarse en contra de todo aquello que afecte nuestro mundo. En tiempos así de complejos, es difícil no tomar algo de inspiración de aquello, especialmente del hostil clima sociopolítico que se vive en Estados Unidos. "Es algo muy grande, no hay manera de evitarlo. Para mí, la música es mi lugar para sacar todo lo que siento, incluso si se trata de temas que no me siento realmente cómoda al tocarlos. Puedo escribir y cantar desde mi corazón, de una manera que me permite expresarme cuando es más difícil tocar el tema en una conversación”, afirma Amy. 

Entonces la contingencia fue parte de la inspiración para este nuevo elepé.

Sí, hay muchas cosas sucediendo ahora, así que por supuesto, será parte del álbum. No será completamente así, todavía estamos procesando cosas que han pasado en mi vida, en las nuestras, en los últimos años, y definitivamente habrá muchas más después. Están pasando muchas cosas, hay mucho mal, hay mucho por lo que levantarse y pelear.

Por los singles que hemos podido escuchar, además de las declaraciones en entrevistas recientes, este nuevo álbum tendrá un sonido más pesado que sus predecesores. ¿Quisieron este enfoque desde un principio o simplemente se dio conforme lo componían?

Tienes que seguir lo que sientes, y creo que esto es lo que sentimos ahora. Esta formación en particular es nueva, así que todo esto viene desde nosotros, la banda está muy involucrada. Cuando hemos podido juntarnos, hemos ensayado ideas juntos, se me ocurren ideas cuando estoy en casa, luego se las presento al resto y desde ahí vamos formando algo a partir de todo lo que vamos uniendo como grupo, eso crea algo muy natural. Pero creo que ahora, después de lo que hicimos con “Synthesis”, con ese enfoque más orquestal y electrónico, sentimos que era lo más sabio que podíamos hacer, aunque no sé si esa es la palabra correcta. Simplemente queríamos rockear de la manera en que estuvimos de gira después de “Synthesis”. Tras eso, quisimos volver a nuestro sonido original, pero también adaptándolo al futuro, a quiénes somos ahora y qué podemos hacer ahora. Podemos hacer cosas para las que no tenía las capacidades en los tiempos en que estábamos haciendo “Fallen”, en ese entonces era una adolescente. Estamos yendo hacia el límite y creo ahora que hay razones para tener sentimientos apasionados y agresivos, así que podemos poner todo eso en nuestra música y expresar lo que queremos decir, lo cual hoy es algo sanador. 

¿Qué me puedes contar sobre la actual formación de la banda? ¿Qué tal ha sido el trabajo juntos?

Ha sido genial. Ya llevamos un tiempo con esta formación, con los chicos he estado por años, pero Jen es más nueva. Ahora ha sido un poco más difícil, porque hemos estado separados de ella, porque está Alemania y no hemos podido estar juntas. Durante la primera fase de nuestro nuevo trabajo estuvimos juntas, pero ahora hemos tenido que seguir trabajando a distancia, lo cual definitivamente es un desafío. Me encanta Jen, fue una buena adición. Es genial tener a otra mujer en la banda y ser amigas, podemos tener una conexión muy distinta, pero... no sé, cada persona en la banda es única, tenemos estilos únicos, cada uno tiene una personalidad distinta. Cada vez que cambias los ingredientes, tienes algo un poco diferente dentro del sonido en sí. Sigue siendo Evanescence, pero es un nuevo Evanescence. Me encanta.

¿Qué es lo que ha cambiado desde que lograron lanzar su primer álbum en 2003?

Todo es muy diferente. Siento que ahora tengo mucha confianza en mí misma como cantante, cosa que no tenía cuando era más joven y grabamos “Fallen”. En ese tiempo era menor de edad y todavía vivía en la casa de mis padres, iba a la escuela, me quedaba despierta hasta tarde tocando mi teclado en mi habitación, para luego quedarme dormida en clases (risas). Iba aprendiendo lo que era la música, de verdad fue algo muy novedoso ir dándome cuenta de quién era y de cómo hacer música. “Fallen” nació de un lugar muy experimental, muy «no sé qué estoy haciendo»; de hecho, a la hora de escribir y grabar era muy tímida. Me asustaba cantar en frente de un público, además que nunca fuimos de estar todos juntos como banda e improvisar hasta que saliera una canción. Por supuesto, desde ahí seguimos haciendo música y todo eso. Siento que esto de ser una banda de verdad se desarrolló después, con el paso de los años. No tengo miedo de hacer las cosas mal, no tengo miedo de sonar mal en frente de mi banda, confío en ellos y nos respetamos mucho entre nosotros. Todos sonamos mal antes de hacerlo bien, tenemos diez ideas horribles antes de una buena (risas). Y tienes que sentirte cómodo con eso, no me preocupa tanto ahora. No sé, siento más libertad y confianza como cantante después de toda la experiencia que hemos ganado, como que ahora siempre digo «ok, puedo hacer esto».

El espacio para las cantantes femeninas dentro del rock no siempre ha sido muy amplio. En los últimos años ha habido cada vez más, pero todavía es algo que se ve poco en comparación a la presencia masculina que domina mayoritariamente. ¿Cómo viviste el hecho de ser la cantante principal de una banda tan popular cuando empezaste en esto?

Fue raro. Es extraño pensar en esto ahora, porque, honestamente, no es que las mujeres no hayan tenido un momento dentro de la historia del rock en que hayan sido grandes. Cuando era muy joven, me inspiré en música que no estaba en la radio, media alternativa, grunge, y ahí había varias bandas con mujeres, como Garbage o Veruca Salt. Hubo un momento, y en ese entonces, ellas eran mis heroínas. Cuando llegó la hora de hacer un álbum y hacernos parte de la escena, las cosas pasaron a ser muy dominadas por hombres, con todo lo del nü metal y el rock moderno, cosa que fue en el 2000, pero aún así se ha mantenido hasta ahora. Es difícil de explicar, pero era algo muy masculino. Recuerdo que, para mí, fue raro, porque no era lo que esperaba mientras crecía. No pensé que sería algo así como «esto será difícil porque soy mujer». Obviamente, después tuvimos mucho éxito, cosa de la que estoy muy agradecida, no me estoy quejando, pero es diferente. Es más difícil. Cuando la gente piensa en el rock no piensan en una mujer, o no necesariamente, creo. Y eso me encanta. No quiero ser como todo el resto, pero al mismo tiempo, quiero alentar y animar a otras mujeres en toda la música. Hay mujeres en todos los estilos, pero en el rock definitivamente hay un menor porcentaje en comparación a los hombres, y debería tratarse de la música, de lo que suene bien... Siempre nos apoyamos entre nosotras, hay muchas mujeres en la música geniales, cuando nos vemos, nos apoyamos mucho, nos acercamos, porque... ¡porque sí! Porque así seremos más y he visto cómo sería en ese caso. De todas formas, no se trata solamente de las chicas en el escenario, sino que también detrás de éste. Las tour managers, las ingenieras, las productoras, todas las mujeres detrás del show. Para mí, esa fue mi mayor lucha: no existir solamente como una cantante. Creo que para la gente es más fácil imaginar a una mujer que solo pueda cantar, es más difícil romper ese molde, pero yo también soy compositora, sé usar ProTools, he grabado nuestros demos, puedo tocar instrumentos (risas). Siento que todo eso fue lo más difícil que he tenido que probar, quizás ahora no siento que tenga que probarle nada a nadie, pero al principio, esa fue mi mayor lucha, tener que establecerme, ante mí misma y la gente que me rodeaba, como cantante, pero como creadora en primer lugar, porque ser cantante siempre fue lo secundario en mi caso. 

Has estado en Chile con Evanescence más de una vez. ¿Qué recuerdas de esos shows?

Sé que la última vez que estuvimos por allá fue el 2017. Hay cosas que no siempre puedo recordar del todo, porque siempre el backstage es una locura, llevando todas tus cosas y eso, así que recuerdo todo ese montón de cajas (risas). Fue un gran show, extrañamos mucho estar de gira. Los fans en Sudamérica y Chile nos han apoyado mucho, desde el comienzo han sido muy apasionados en los conciertos y eso es algo que se agradece, porque no es algo que te reprime, simplemente te pasa todo muy rápidamente. Me encanta. Honestamente, iría mañana mismo si fuera seguro (risas). 


La entrevista fue extraída y la puedes encontrar en la última edición de la revista Rockaxis digital